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Barcelona impulsa un ambicioso plan económico para generar 180.000 empleos en diez años y diversificar su modelo productivo

Barcelona propone crear 180.000 empleos en los próximos diez años como parte de una ambiciosa estrategia de transformación económica que busca consolidar un modelo más resiliente, equitativo y sostenible. Este objetivo forma parte del nuevo Plan de Impulso Económico 2035, una hoja de ruta presentada recientemente por el Ayuntamiento, que contempla una inversión de 890 millones de euros destinados a fomentar diez sectores estratégicos y ocho ámbitos prioritarios en todo el territorio urbano.

Según informa La Vanguardia, la propuesta municipal plantea una reconfiguración del tejido productivo a partir del refuerzo de sectores emergentes como la salud, la economía digital, las industrias creativas, el turismo sostenible, la movilidad, la transición energética, la alimentación, las finanzas verdes, la manufactura avanzada y la economía azul. Estos ámbitos han sido seleccionados en función de su potencial para generar valor añadido, estabilidad laboral y oportunidades para colectivos vulnerables.

Además de la creación de empleo, el plan busca aumentar en un 10% la productividad agregada de la ciudad, impulsar el talento local y garantizar una distribución más justa de la riqueza generada. Para ello, se contemplan actuaciones específicas en zonas con menores indicadores de desarrollo, como Nou Barris, Sant Andreu o el Besòs, donde se implementarán programas de formación, emprendimiento y acompañamiento empresarial. El proyecto incorpora también una dimensión metropolitana, estableciendo sinergias con municipios del entorno inmediato.

Tal como detalla La Razón, la estrategia económica barcelonesa pone el acento en la diversificación sectorial, con la intención de reducir la dependencia de sectores tradicionalmente dominantes como el turismo masivo o la construcción. Este cambio estructural se articula en torno a tres grandes ejes: la innovación como motor económico, la mejora del entorno laboral y empresarial, y la inclusión social a través de la actividad productiva. A tal efecto, el consistorio plantea una colaboración activa con universidades, centros de investigación, entidades sociales, pymes y grandes corporaciones.

Uno de los pilares fundamentales del plan es la apuesta decidida por convertir el conocimiento en palanca de crecimiento económico, tal como destaca El Triangle. En este sentido, se prevé reforzar la transferencia de tecnología entre los centros de innovación y el tejido empresarial, promoviendo proyectos colaborativos en áreas como la inteligencia artificial, la biotecnología o la sostenibilidad urbana. El objetivo es posicionar a Barcelona como referente internacional en innovación aplicada, generando un ecosistema dinámico capaz de atraer inversión y retener talento.

Asimismo, se contempla la creación de nuevas infraestructuras estratégicas como viveros de empresas, espacios de coworking en barrios periféricos, hubs de economía circular o centros de servicios para la internacionalización de startups. Estas iniciativas estarán acompañadas de medidas para facilitar el acceso al crédito, eliminar barreras burocráticas y fomentar la contratación pública responsable, contribuyendo así al fortalecimiento del tejido empresarial local.

La visión a largo plazo del consistorio incluye también la incorporación transversal de la perspectiva de género y la sostenibilidad ambiental, garantizando que los beneficios del desarrollo económico se repartan de forma equilibrada y contribuyan a mitigar las desigualdades estructurales. De esta forma, Barcelona proyecta una transformación económica profunda y progresiva, que busca consolidar su liderazgo como ciudad innovadora, inclusiva y competitiva a nivel global.

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